Cinco leyendas que transformaron la moda editorial

A lo largo de la historia de la moda, ha habido estilistas que no solo han adornado editoriales, sino que han redefinido la forma en que el mundo percibe la moda. Su influencia ha marcado un antes y después de gracias a su visión creativa, su sensibilidad estética y su capacidad para contar historias a través de la ropa. Estas figuras se pueden agrupar en cinco nombres que han dejado su huella en la industria y que siguen siendo referentes absolutos de estilo, narrativa visual y dirección artística.

Grace Coddington: el narrador silencioso

Grace Coddington es, para muchos, el alma de Vogue. Su historia comenzó a los 17 años como modelo, hasta que la vida la llevó detrás de las cámaras. Después de ser entrevistada por Beatrix Miller, se unió como editora junior en la edición británica de la revista. Después de casi dos décadas en Vogue británico, se mudó a Nueva York y trabajó como directora creativa de Calvin Klein, hasta que Anna Wintour Vogue se unió en 1988, donde firmó a algunos de los editores más emblemáticos hasta su reciente retiro.

Grace Coddington

Grace Coddington

Su legado es único: Coddington pudo convertir cada producción en un universo visual. Con un enfoque que osciló entre el minimalista y lo precioso, creó narraciones que trascendieron la moda. Sus editores parecían fuera de los libros de historias, más que simples fotos de modelos con ropa bonita. Su sello estético se convirtió en una referencia absoluta de la narración editorial.

Polly Mellen: La mujer detrás de la revolución visual

Polly Mellen era una leyenda. Su carrera, forjada entre Vogue y Harper’s Bazaar, la convirtió en una figura clave del estilo moderno. Trabajó con nombres como Richard Avedon, Helmut Newton, Irving Penn y Steven Meisel, y fue musa y colaboradora cercana de grandes como Grace Mirabella y Anna Wintour.

Polly Mellen

Polly Mellen

Polly Mellen

Polly Mellen

Mellen estaba a cargo de capturar, a través de la moda, el espíritu revolucionario de los años 60, con imágenes que respiraban jóvenes, libertad y una nueva feminidad. Desde su pasaje a través de Allure como director creativo hasta sus colaboraciones con fotógrafos de culto, su trabajo contribuyó a liberar a las mujeres visualmente, sin abandonar la elegancia. Para Avedon, ella «nació de la costilla de Vreeland», y no se equivocó.

Lucinda Chambers: La reina del contraste

Durante 25 años, Lucinda Chambers fue la directora de moda de British Vogue, hasta su partida en 2018. Conocido por su ojo agudo por los contrastes vibrantes y de textura vibrantes, las cámaras traídas a las páginas de la revista una estética ecléctica, sofisticada y profundamente británica.

Lucinda cámaras

Lucinda cámaras

Su historia comenzó a vender joyas artesanales en Portobello Market, hasta que fue asistente de Grace Coddington. Luego pasó por Elle UK y finalmente regresó a Vogue de Alexandra Shulman. Su talento también fue requerido por casas de moda como Prada, Marni o Jil Sander. Hoy continúa trabajando como estilista independiente, colaborando con las publicaciones de Vogue Americana y más vanguardista. Su enfoque es artístico, personal y siempre inesperado.

Carlyne Cerf de Dudzeele: actitud francesa, energía global

Nacida entre Saint-Tropez y París, Carlyne Cef de Dudzeele creció entre el lujo de la alta costura y el estilo relajado de la Riviera francesa. Para ella, la moda es una cuestión de actitud, inteligencia y humor. Comenzó su carrera en los años 60 en revistas como Depeche Mode y Marie Claire, y brilló durante una década en Elle Francia, hasta que llegó a American Vogue como directora de moda.

Estilista de moda

Estilista de modaCarlyne Cerf de Dudzeele: actitud francesa, energía global

Su gran hito: la primera portada de la era de Wintour en Vogue (1988), con Michaela Bercu en una parte superior Joya de Lacroix y Jeans de Guess. A partir de ahí, ayudó a definir la estética de marcas como Versace y Alaïa. Colaboró ​​con todos los grandes fotógrafos de la época, pero su sinergia más fuerte fue con Steven Meisel. Hoy, todavía es válido colaborar con Moschino con Jeremy Scott, llevando su visión audaz y divertida al presente.

Tonne Goodman: El arquitecto del glamour moderno

Tonne Goodman ha sido una presencia constante en American Vogue durante décadas, pero fue gracias al documental del número de septiembre que el público en general conocía su rostro. Su nombre está detrás del estilo de más de 100 portadas de la revista, muchas de ellas emblemáticas: Lady Gaga con Bob Pink Pink, Meryl Streep en un retrato sobrio y elegante, o Gisele Bündchen con George Clooney.

Buen hombre

Buen hombre

Goodman representa la elegancia contemporánea. Su estilo es pulido, estructurado y siempre glamoroso, pero sin perder frescura o corriente. Ha logrado interpretar la moda de su tiempo con un aspecto limpio y sofisticado, convirtiéndose en una de las grandes empresas de construcción del imaginario de Vogue en el siglo XXI.

Estas cinco figuras no solo tienen modelos vestidos: tienen ideas, tiempos y emociones vestidas. Con sus estilos únicos y sus trayectorias inigualables, han demostrado que el estilo editorial es mucho más que elegir ropa: está narrando el mundo de una imagen.


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