Hay una fecha del año en la que, casi infaliblemente, paso varios días en PuntaCana Village con mis hijos Ángel y Rossy: es el primer fin de semana de diciembre. Ese sábado las Galerías celebran el bazar navideño y uno puede pasar el día allí, ya que restaurantes y cafeterías ofrecen una variedad de comida para elegir.
En esta ocasión, como en anteriores ocasiones, mi primer almuerzo fue un plato italiano, en la trattoria Mamma Luisa. Quería probar lo que para mí es una combinación rara: pescado y pasta. En este caso: Penne fresco chamuscado (el filete viene en trozos). La combinación resultó agradable al paladar. Mi antojo valió la pena. El segundo día me incliné por el sabor mexicano del restaurante El Burrito. Tenía ganas de tacos y acepté la sugerencia de Rossy para el relleno: carne de picaña asada desmenuzada. En conversaciones separadas, para servir según gusto: tomates pico de gallo, guacamole, cebolla y cilantro. Entre tacos duros y blandos, elegí los blandos, ya que son más fáciles de comer. Lo quieras o no, ¡me comí tres!

Luces navideñas en Galerías PuntaCana.
La mañana previa al bazar, Rossy me llevó al BlueMall Puntacana para ver su atractiva decoración y tomar un café. Elegimos sentarnos en una de las muchas mesas que tiene The Market en un amplio pasillo del centro comercial. Tomé café expreso descafeinado y pedí, pero en conversación aparte, crema chantilly que, con avidez, iba comiendo entre sorbos de café.
La fecha esperada
Cuando llegó el día del bazar, allí me encontraba mirando y admirando artículos muy diversos y de procedencia muy variada, muchos de ellos hechos a mano en el país. Entre estas se encuentran las carteras elaboradas con nada más y nada menos que fundas de plástico, por las mujeres que asisten a los talleres de Fundación PuntaCana. Es admirable. Nadie podría imaginarlo. Tienen diferentes estilos. Incluso mirándolos de cerca no se puede decir de qué material están hechos. Esta fundación hace un doble trabajo: contribuye al desarrollo de las mujeres de la zona y protege el medio ambiente reciclando material que generalmente termina en la basura y termina afectando negativamente nuestro hábitat. (Mi hijo Ángel Ramos Brusíloff, Rossy Salazar y yo tomamos las fotos para este artículo en Listín Diario).
Trufas
En el bazar también me llamaron la atención unas coronas hechas con trufa por Tufera Artesanal. Vienen con sabores variados. Cuando me acerqué a la mesa me dieron uno con higo para probar. ¡Delicioso! “No tienen azúcar. Son ‘veganos’”. (Elaborado con dátiles o higos con nueces y frutos secos). No lo pensé dos veces. Compré una corona, presentada así para Navidad. Su venta normal es en latas en Supermercados Nacionales.
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